Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy – Reseña

Crash Bandicoot

Después de siete años sin un juego protagonizado por el marsupial naranja, Activision y Vicarious Vision nos traen una remasterización de la trilogía que puso a Naughty Dog en el mapa dentro de la industria de los videojuegos. Por supuesto, esto desembocó en que el estudio estadounidense  posteriormente desarrollara franquicias hoy tan conocidas como lo son Uncharted y The Last of Us.

Aunque Naughty Dog no es responsable de desarrollar Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy, el hermoso apartado visual del juego evidencia el esfuerzo de Vicarious Vision para darle al marsupial una entrada gloriosa. ¿Será que este también se verá en las mecánicas del juego? Más importante: ¿podrá esta remasterización atraer a un público más joven y así perpetuar el legado del que fue por la segunda mitad de los noventa la mascota no oficial de la PlayStation original?

[Jugabilidad] ¿Ha envejecido como un buen vino?

Aquellos que hayan disfrutado de los primeros juegos del marsupial naranja notarán al tomar el control que la jugabilidad de estos no ha sufrido cambio alguno. Por un lado, esto es bueno porque impide que los fanáticos de la franquicia se sientan alienados. Por otro lado, puede ser perjudicial para aquellos que hayan disfrutado de juegos de plataformas más actuales debido a sus controles anticuados. Esto último resulta especialmente problemático en la remasterización del primer juego.

A diferencia del segundo y tercer título de la franquicia, Crash Bandicoot tan solo permite que su protagonista salte, gire y se mueva. No es la simplicidad de estos controles lo que alejará a ciertos jugadores, sino el peso innato del marsupial. Si bien no constituye un obstáculo al movilizarse por tierra, sí que obliga a que los saltos se calculen de forma milimétrica en ciertas secciones.

Es a partir del segundo juego que Crash cuenta con más opciones para movilizarse de forma veloz y más precisa. Esto también se debe a que el marsupial en Cortex Strikes Back y Warped es más ligero que en el juego original, lo cual hace que los saltos no sean tan tediosos. No obstante, esto no significa que estos dos últimos dos juegos no sean un buen reto para los fanáticos del género de plataformas.

[Gráficas & Sonido] El marsupial más guapetón de la industria de los videojuegos

Si hay algo por lo que destaque Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy es su impresionante apartado visual. Aunque los anticuados modelos de los juegos originales han envejecido bien, estos se benefician enormemente de la actualización gráfica. Ya no solo comparten el mismo estilo, sino que los personajes son más expresivos que nunca. Sin embargo, algunos niveles a lo largo de la antología no se vieron favorecidos por la mejora gráfica.

Si bien es indiscutible el nivel de detalle agregado por Vicarious Visions a todos los niveles, la paleta de colores de algunos es mucho más apagada y monótona que la de sus contrapartes originales. Esto no implica que los niveles que sufren de esto sean horribles visualmente, pero no destacan tanto como solían hacerlo en los noventa. Por supuesto, esta queja no perjudica gravemente a Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy.

En lo que respecta al apartado sonoro, los efectos de sonido y música de los tres juegos han sido rehechos en su totalidad. Por fortuna, todas las melodías de N. Sane Trilogy son versiones arregladas de aquellas que debutaron en sus respectivos títulos. Son un punto medio perfecto para fanáticos del marsupial naranja y aquellos que no lo conocían.

Si los fanáticos de Crash se verán atraídos por la premisa de volver a disfrutar una de las mejores trilogías de la industria de los videojuegos, los que no han disfrutado de sus aventuras lo harán por el apartado visual y sonoro.

[Contenido] ¡Rejugabilidad a la vieja escuela!

Aunque todos los juegos Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy cuentan con una identidad propia, ya sea por su mecánicas o diseño de nivel, todos incentivan la rejugabilidad de la misma forma: sus coleccionables. ¿Cuáles son y cómo se consiguen? Por un lado, el romper todas las cajas de un nivel recompensará a los jugadores con una gema. Conseguirlas todas permitirá obtener el final secreto del respectivo juego. Por otro lado, completar un nivel por primera habilitará un modo contrarreloj en el mismo para conseguir una reliquia.

Si bien es un método un tanto anticuado y solo funcionará con aquellos realmente interesados en completar los títulos al 100%, la recolección de reliquias y gemas  —algunas de las cuales abren nuevos caminos— sigue siendo efectiva como una excusa para jugar múltiples veces un mismo nivel.