Shadow of the Tomb Raider – Reseña de la Tribu

reseña

Es la hora de cerrar una saga. Shadow of the Tomb Raider concluye la historia que comenzó con una reinventada e inexperta Lara Croft en el 2013. A través de tres títulos, hemos visto como Lara ha madurado en habilidad, experiencia y carácter hasta convertirse en la intrépida exploradora que, por más de 20 años, ha estado en el imaginario popular de los jugadores. En esta reseña, analizaremos este último rito de sucesión a la grandeza de la renombrada arqueóloga.

[Historia] Asuntos pendientes por resolver

Este título continúa los sucesos ocurridos en Rise of the Tomb Raider. Lara emprende una cruzada para evitar que la organización Trinidad siga recolectando antiguas reliquias que están relacionadas con el dominio del mundo. En su último encuentro, Lara investiga las ruinas de Cozumel en México mientras le sigue la pista a uno de los altos mandos de la Trinidad: el Dr. Dominguez.

Al llegar al corazón de las ruinas, Lara toma sin saber una misteriosa daga que es clave en el inicio de un cataclismo para remodelar el mundo. Atormentada por la obsesión sin medir las consecuencias de sus actos, Lara —junto con su amigo Jonah Maiava— se dirige a Perú para buscar la caja de Ix Chel. Este dispositivo podría detener el cataclismo e impedir los planes de la Trinidad.

Shadow of the Tomb Raider nos muestra una faceta más personal de Lara y su relación con Jonah, que ha estado a su lado como un fiel aliado desde su primer viaje en el Endurance. Entre imágenes de su niñez y la fijación por la venganza contra los asesinos de su padre, Lara se sumerge en un viaje hacia la locura. Cada momento que pasa, el juego nos muestra los límites de una Lara que ya tuvo suficiente y que está dispuesta a acabar con sus enemigos sin medir moral ni piedad.

[Jugabilidad] Una frustrante, pero satisfactoria cacería

Shadow of the Tomb Raider trae muy poco a la mesa en lo que respecta a innovación. Con un sistema de exploración creado en el primer Tomb Raider y mejorado en la secuela, esta tercera entrega se juega más como una expansión de los juegos anteriores y no como una experiencia fresca.

Una de las características más publicitadas es la de la dificultad adaptable. Bien cumple lo prometido. Los jugadores tendrán una experiencia a su medida: si quieren concentrarse la exploración o enfocarse en la historia, la dificultad puede modificarse en cualquier momento para aumentar o reducir el requerimiento de habilidad para jugar.

Siguiendo la tradición, Lara puede tomar descansos, adquirir habilidades y mejorar su equipamiento en los campamentos. Estos también sirven para viajar a otras fogatas en el caso que el jugador quiera recoger cosas que se le hayan quedado por el camino.

Una notable adición al juego es la introducción de los pueblos. Estos sirven como centro de actividades en los que Lara podrá interactuar con los aldeanos para descubrir nuevas locaciones como tumbas y criptas. También podrá realizar misiones secundarias para obtener objetos y habilidades que solo pueden adquirirse de esta manera. Finalmente, la opción de comerciar con los vendedores locales le da un mejor uso a los objetos que se van acumulando a medida que Lara va explorando los lugares de la historia.

Una característica que ha sido mejorada ha sido la del acercamiento furtivo a los enemigos. Lara ahora puede camuflarse en los muros fangosos aplicándose barro y esperar a que llegue un pobre diablo a recibir su ejecución. También habrá otros métodos de eliminar silenciosamente a los enemigos, lo que convertirá la cacería en un deporte placentero. El combate directo permanece sin cambios relevantes: cúbrete, dispara y espera la siguiente ola.

A pesar de las buenas cosas que se han mantenido a través de la trilogía, las malas cosas también permanecen. Los molestos eventos en tiempo real permanecen como un parásito de río en el juego, haciendo que momentos críticos en la historia se vuelvan un aburrido ejercicio de ensayo y error. Durante las exploraciones, encontramos que algunos comandos como el de colgarse a los bordes no registraban correctamente y Lara terminaba cayendo a su explícita muerte, algo que también persevera en este juego.

[Gráficas y sonido] Una experiencia culturalmente enriquecida

Shadow of the Tomb Raider impresiona con sus detalladas gráficas. La arquitectura empleada en las tumbas y la reproducción de la naturaleza que se muestra en las selvas son un deleite para la vista. Tanto en las cristalinas profundidades como en los claustrofóbicos estrechos por los que Lara se escurre para atravesar las tumbas, el juego muestra su mejor cara.

La mejor forma de jugar Shadow of the Tomb Raider es con su modo de inmersión. Esta opción les permite a los aldeanos hablar en su idioma original, lo que mejora la experiencia cultural de la cual Eidos Montreal se enorgullece. Hicimos la reseña con la localización en español latino y el trabajo de voz es destacable, sobre todo en las voces de Lara y Dominguez.

[Modos de juego] A eso vinimos, a saquear tumbas

Una vez más, las tumbas son el plato fuerte de la tercera parte de este Tomb Raider. Intrincados diseños y una imponente construcción de acertijos mecánicos convierten en un auténtico desafío la exploración por estos lugares. Con la introducción de las criptas, pasar por estas no es tan intimidante como explorar las tumbas, pero lo hace igual de interesante. Como siempre, la recolección de objetos estimula el revisitar los lugares más de una vez. Los relatos que trae cada reliquia y mural son interesantes y siempre dejan con más hambre de conocimiento. El juego pide a gritos que lo terminen al 100%

Conclusión

Shadow of the Tomb Raider concluye la trilogía de una manera intrigante. Eidos Montreal y Crystal Dynamics tomaron grandes riesgos al mostrar a una Lara cegada por la ira y el resultado ha sido satisfactorio. En lo posible, no estaría mal volver a ver a esta revigorizada Lara Croft en la primera aventura que puso su nombre en el estrellato.