Gracias a la gran notoriedad que tuvo Until Dawn, el género de los juegos de horror se pudo ver revigorizado por Supermassive Games y su sistema de narrativas múltiples, combinando aspectos del terror como el ‘slasher’ y lo sobrenatural. Ahora, el desarrollador vuelve a apostar por su exitosa fórmula integrando elementos episódicos y componentes multijugador en la antología The Dark Pictures bajo la distribución de Bandai Namco Entertainment. El primero de esta serie es Man of Medan.
Pónganse cómodos, porque este es un viaje a los confines del juicio y la racionalidad, los cuales serán explorados en esta reseña.
[Historia] En horario Primetime
Algo que se destacará en todos los capítulos de The Dark Pictures es su formato de presentación. Una secuencia de apertura que nos muestra a la gran constante de esta serie: el Curador. Este enigmático personaje homenajeando a Alfred Hitchcock será nuestro guía y narrador para cada uno de los escalofriantes recorridos que tendremos durante toda la antología. A veces actuará como un invaluable apoyo para el juego; en otras, será un cretino condescendiente que nos indicará sutilmente que nuestras decisiones no han sido las mejores.
El juego nos pone inmediatamente en contexto de lo que le ha sucedido al SS Ourang Medan, un barco fantasma basado en una leyenda urbana real, que naufragó en las aguas de la Polinesia Francesa en los años 40.
Pasando a la era actual, la trama nos va presentando rápidamente a los personajes principales: Alex, un intrépido buzo en búsqueda de tesoros bajo el mar; su hermano Brad, el estereotípico cerebrito interesado en las reliquias de la segunda guerra mundial; Julia, la adinerada novia de Alex y quien comparte sus aficiones; Conrad, hermano de Julia y patán de turno; y finalmente Fliss, la reservada y supersticiosa capitana del Duke of Milan, la barcaza que los llevará a su inesperado destino hacia el Ourang Medan.
El desarrollo de Man of Medan es lo suficientemente amplio para mantener interesados a los jugadores durante los distintos cursos para sacar cada uno de los finales que esperan a nuestros personajes, ya sea para ver la luz del día después de la tormenta, o para hacer parte permanente de la tripulación del Medan.
[Jugabilidad] Esto resulta bastante familiar
Supermassive ha importado su sistema de narración múltiple impecablemente a The Dark Pictures y, desafortunadamente, con ello viene también el lento y tosco movimiento de los personajes que consiste en manipular, girar y leer. Cada personaje tiene rasgos de personalidad predeterminados, los cuales pueden ir variando dependiendo de sus interacciones con otros compañeros e incrementar sus relaciones.
Como es usual, los jugadores tendrán ayudas visuales representadas en cuadros artísticos que les mostrarán una predicción en la trama y objetos coleccionables para profundizar la trama. Otras de las cosas que muchos no queríamos que volvieran son los eventos de tiempo rápido, las acciones más intensas están determinadas por estos elementos y una equivocación puede terminar en la muerte de un personaje.
[Gráficas y sonido] Menos sangre y más sustos
Algo a lo que nos acostumbró Supermassive con sus juegos es a la aproximación hiperrealista que tienen los modelos de los personajes. En The Dark Pictures no se ven tan detallados como lo estaban en Until Dawn y tienen como cierto aspecto plástico. Los oscuros corredores del Medan pondrán a los jugadores al filo del asiento esperando por el siguiente espectro que se ponga en frente de la pantalla. Puede que ya no haya más desenlaces violentos y explícitos como con su predecesor, pero las caras de la muerte siguen estando tan detalladas como siempre.
Man of Medan se apoya más en sonidos que en la música, y claro, eso no es para nada malo. Cualquier ruido acompañado de una aterradora imagen cumple adecuadamente con el propósito del juego: dormir con un rosario al lado.
[Modos de juego] Los mejores amigos mueren juntos
Algo con lo que Supermassive quiso atraer a la audiencia es con la opción de jugar The Dark Pictures a modo multijugador. El concepto es que la mecánica ofrece puntos de vista diferentes al controlar a distintos personajes durante la partida. Aunque el juego logra esa inmersión con el multijugador en línea, aún le faltan cosas por mejorar.
Uno de los aspectos con los que no contaba Supermassive es que los jugadores pueden comunicarse entre si y pueden describir lo que esta viendo la otra persona. Otra cosa que resulta molesta es que alguno de los dos puede activar un elemento clave que hace que la trama siga adelante, interrumpiendo lo que el otro esté haciendo. Esto resulta frustrante, ya que los secretos y cuadros descubiertos no son compartidos en la partida multijugador.
Sin embargo, el punto que derrumba este concepto cooperativo es la latencia en la conexión. En nuestras pruebas, ambos estuvimos conectados por medio de cable de red y la latencia era increíblemente alta. Incluso perdimos dos personajes por no poder responder adecuadamente a la acción debido al retraso de conexión. Esto debe corregirse de forma inmediata en un parche, o todo lo que se ha querido vender se viene abajo.
También se puede disfrutar del juego desde la comodidad del sofá con el Modo Cinema, en el cual una persona podrá interpretar a un personaje y se rotarán el control en el momento que sea su turno.
Conclusiones
Es difícil salir de la sombra de un juego exitoso. A The Dark Pictures le está ocurriendo en este momento en el estado en el que está. Sin embargo, la antología puede tener un futuro brillante si puede resolver los inconvenientes que puedan entorpecer la experiencia de juego. Esperaremos cautelosamente por Little Hope, para que podamos disfrutar de otro de los relatos del Curador.