A finales de los 90 las carreras de demolición en los videojuegos eran la ley. Derbys de destrucción, arenas de todos contra todos y acrobacias en cuatro ruedas era lo atractivo para una audiencia que buscaba adrenalina mezclada con gasolina. La tendencia se transformó en juegos como Flatout y Burnout, los cuales le dieron estilo a los tradicionalmente derruidos autos de demolición. Adelantándonos a la época actual, Bugbear Entertainment tuvo una idea loca: ¿Qué pasaría si Destruction Derby y Flatout tuvieran un hijo? La respuesta es Wreckfest.
Publicado en el 2018 por THQ Nordic en PC, este juego paso 4 años en acceso anticipado y una campaña fallida de Kickstarter para llevar una experiencia ideal en “combate vehicular”. Solo hasta el 2019, Wreckfest pudo hacer el paso a consolas.
Sacamos al campirano que llevamos dentro para ver si Wreckfest es un digno representante de esas carreras que no les gustan a los ricachones y no saben lo que es untarse de pueblo. Aquí nuestra reseña.
[Jugabilidad] Podrá ser chatarra, pero se comprime bastante bien
Wreckfest tiene un estilo peculiar de juego: al acercarse a mecánicas de conducción semi-realistas como Gran Turismo y Grid, el juego mantiene un delicado equilibrio con su lado salvaje de ‘arcades’ Se puede elegir entre transmisión manual o automática, comprar vehículos e incluso investigar en nuevos modelos para adquirir.
Las competencias incluyen carreras tradicionales, derby de demolición, circuitos en 8 y todo lo que difiera de una competencia elegante. Los vehículos tampoco se quedan atrás; una selecta gama que va desde Lowriders y Pickups, pasando por podadoras motorizadas, hasta sofás rodantes… No es broma. Cada una de las carreras tiene un desafío adicional para obtener puntuación extra. Sin embargo, los eventos comienzan a repetirse y la emoción se va reduciendo gradualmente.
Algo que si se destaca en Wreckfest es su aproximación realista al manejo de daños. Dependiendo de la parte afectada, el desempeño del vehículo se verá reducido drásticamente. Por ejemplo, si la transmisión se daña, al carro le costará más ganar velocidad. En los derbys de demolición hay que saber chocar a los oponentes para que nuestro vehículo no se vea perjudicado.
[Gráficas y Sonido] Leyes de la física para un mundo postizo
El realismo de Wreckfest también puede apreciarse en el entorno y en los vehículos. Cada daño recibido dejará su buena marca en el chasis y los impactos responden de forma adecuada al motor físico que Bugbear ha implementado. En una carrera, las vallas de seguridad están de adorno. El vehículo las traspasará sin ningún esfuerzo, forzando al jugador a replantear su estrategia de reintegro a la pista.
Lamentablemente, no podemos decir lo mismo de los elementos de la audiencia. El mundo se siente solitario a pesar de tener sonidos de multitudes y los modelos de las tarimas parecen estar pintados. Lo mismo sucede con los pilotos. En las carreras de demolición de podadoras pudimos notar que al destruir un vehículo, el piloto cae sin ningún movimiento como cual maniquí.
Aunque la parte sensorial deja mucho que desear, el conjunto de música licenciada que tiene Wreckfest hace mínimamente más amena la competencia.
[Modos de Juego] Pan y circo para el pueblo
Las opciones de juego que trae Wreckfest no son tan diferentes a las de un juego de carreras tradicional. El modo Carrera es el elemento principal para un jugador, el cual está compuesto de eventos individuales, circuitos y torneos para ir avanzando progresivamente. Después de pasar un rato aplastando a la IA, el modo en línea ofrece una experiencia más profunda con hasta 24 competidores humanos. Aquí jugar sucio es la norma y la forma efectiva de sobrevivir.
Una de las cosas interesantes en los modos de juego es el de Eventos Personalizados. El jugador podrá construir su propia competencia con las pistas, tipos de vehículo y competencia a la carta. También puede subir estos eventos en línea para otros competidores.
Sin embargo, Wreckfest comete un pecado capital como juego de carreras y es no tener un modo multijugador local. El juego lo merece y está diseñado para ello, pero dejar toda la diversión para las partidas en línea es decepcionante.
Conclusiones
Wreckfest resulta ser una fresca experiencia en carreras de pueblo luego de varios años de ausencia de un título de esta categoría. A pesar de los particulares vehículos y eventos que se pueden formar, es difícil mantener la emoción por largos periodos de tiempo. Nuestra sugerencia sería pasar la mayoría del tiempo en el derby de demolición mientras suena una buena tonada de la banda sonora.