Call of Duty: Modern Warfare – Reseña

Modern Warfare

Después de aplicar una controversial formula de estructura con Black Ops 4, Activision regresa al formato tradicional de la franquicia con Call of Duty: Modern Warfare. Desarrollado por Infinity Ward, quienes estuvieron al frente en la trilogía anterior, Modern Warfare como un reinicio del estilo moderno y realista que separó a la marca de su entorno en la Segunda Guerra Mundial.

Con el regreso de la campaña para un jugador y nuevos modos de juego para combate en línea, Infinity Ward promete una experiencia de juego amplia para satisfacer a todo tipo de fanáticos de la franquicia. En esta reseña, daremos un vistazo a estas novedades para determinar si el estudio puede cumplir con tal compromiso.

[Historia] Bravo Six, Going Dark

Algo bastante sobresaliente en Modern Warfare es el regreso de la campaña de un jugador con el estilo narrativo con el que Infinity Ward se ha caracterizado durante sus entregas. La historia se centra en una coalición de soldados dirigida por el veterano Capitán de la SAS, John Price.

Después de un ataque terrorista ejecutado en Londres atribuido por la organización Al-Qatala, las ordenes de Price y su escuadrón son capturar a Omar “El Lobo” Sulaman, líder de la organización extremista que fue creada en represalia por la invasión rusa de la ficticia nación de Urzikistán. Dicha incursión fue liderada por el General Barkov, un sádico nacionalista que usó armas químicas para reducir a la población.

Varios de los temas que se manejan en la trama de Modern Warfare son difíciles de debatir en una conversación. Genocidio, tortura y niños como participantes de la guerra, son algunos de los puntos que agitarán el compás moral de cada uno de los jugadores. Todo esto acompañado de decisiones libres como disparar a sospechosos terroristas aparentemente inocentes, o someter a hablar a un prisionero por medios altamente cuestionables. La crudeza de la guerra no es nada alejada de la realidad e Infinity Ward ha hecho un gran trabajo al exponerla.

[Jugabilidad] De vuelta al combate realista

El combate estilo ‘arcade’ de Black Ops 4 ha sido regulado para darle una aproximación más táctica a Modern Warfare. Aunque el parkour ha sido reducido a simples escalados de plataformas o barridas técnicas, la alta movilidad permanece igual como en entregas anteriores.

Para el modo multijugdor, se han reemplazado a los operadores por la estructura clásica de armamentos editables para un estilo de juego mucho más personalizado. Otra de los aspectos conservados ha sido el de las ayudas de campo, las cuales se recargan con eventualidad y sirven como un apoyo para los jugadores que se les dificulta acumular las poderosas rachas.

Al subir de nivel, se irán desbloqueando nuevas armas y objetos arrojables letales y de soporte. La progresión se siente fluida, e incluso una derrota aporta considerablemente al avance de los niveles para equiparar el campo de batalla.

Algo que nos impresiono bastante fue la manera en la que se puede adaptar el juego para usar ratón y teclado para consolas. Modern Warfare ofrece las mismas opciones de precisión que tiene para PC y modificar a gusto la forma de jugar con estos periféricos.

[Gráficas y Sonido] Una brecha muy delgada

Todos los escenarios de Call of Duty: Modern Warfare han sido ambientados en registros reales de lugares devastados por la guerra. Desde la plaza de Piccadilly Circus en Londres hasta una reproducción bastante idéntica a la de la carretera de la muerte. Los actores modelados en el juego han desempeñado de forma impresionante su rol que pareciera una película bien presupuestada de Hollywood.

Sin embargo, en mapas gigantescos como los de guerra terrestre, el juego se complica en dar calidad de imagen mientras intenta conservar el flujo de juego a 60 cuadros por segundo.

En cuanto a la calidad del sonido, Modern Warfare es excepcional. El trabajo de doblaje al español ha sido manejado adecuadamente y respeta los lenguajes extranjeros cuando es momento de hablarlos. Lo más recomendable es jugar con auriculares para tener una mejor noción de la ubicación de los enemigos.

[Modos de juego] Para una variedad de sabores y colores

Algo que hay que destacar de manera significativa en esta entrega de Call of Duty es que finalmente se ha implementado un ecosistema de juego cruzado en el que los jugadores de PlayStation 4, Xbox One y PC podrán interactuar entre ellos, jugar partidas y crear listas de amigos por medio del portal del juego. El sistema reunirá directamente por defecto a los jugadores que usen el mismo tipo de periférico para que no haya temor a ser arrasado por un usuario de un computador. También se puede deshabilitar este filtro para las personas que se sientan valientes… o suicidas.

Modern Warfare ofrece distintos modos multijugador para todo tipo de personas. Para los que quieren acción inmediata e indolora está el modo Gunfight 2v2, mientras que los que quieren una experiencia de combate mucho más completa con vehículos y escuadrones, el modo Guerra Terrestre los estará esperando.

Para una experiencia de juego más justa, Activision ha removido las cajas de botín del juego y ha dejado las microtransacciones para aspectos cosméticos. Un movimiento que se felicita del desarrollador.

Sin embargo, puede que el modo de emparejamiento no sea del agrado de todos. El sistema de habilidad, implementado en los tiempos de Infinite Warfare, continúa definiendo el algoritmo para determinar a los jugadores que se agruparan en la partida. Puede que los veteranos lo reciban con brazos abiertos, pero los recién iniciados tendrán que soportar un poco la frustración de tener un grupo que esté de acuerdo a su destreza.

Conclusiones

Call of Duty: Modern Warfare puede ser el primer juego de la franquicia en mucho tiempo que pueda atraer de manera satisfactoria a fans y novatos por igual. La campaña de un jugador ha sido ejecutada de forma impecable y el sistema de juego cruzado ha dejado por alto la calidad de juego que puede ofrecer Activision. Algo que ojalá perdure para las próximas entregas de aquí en adelante.