The Eternal Castle [REMASTERED] — Reseña

Uno de los subgéneros de las plataformas que parecen haber perdido un poco de fuerza con los años es el llamado plataformas cinematográfico. The Eternal Castle como el Prince of Persia original, Another World o Flashback, juegos relativamente realistas, con una jugabilidad centrada en el ensayo y error, animaciones muy elaboradas y una narrativa minimalista.

The Eternal Castle es un juego de acción y plataformas en 2D que recupera la esencia de los plataformas cinematográficos clásicos. Lo hace, además, con una particular apuesta visual, bajo la falsa premisa de ser una remasterización de un título lanzado en 1987, a pesar de ser uno totalmente nuevo.

Un juego moderno y antiguo al mismo tiempo

The Eternal Castle comienza con un nivel inicial donde, en cierta manera, aprendemos las mecánicas básicas. Es un juego casi sin tutoriales, aunque iremos encontrando algunas pistas en forma de textos y diálogos de los personajes. Tras terminar ese primer nivel, nos permite jugar en cualquier orden los niveles faltantes. Una vez completados estos tres, podemos acceder al nivel final. El diseño es muy interesante. En cada nivel vamos a encontrar ciertos potenciadores que nos facilitan ligeramente las cosas, por lo que si una fase se nos dificulta, siempre podemos pasar a otra, conseguir la ayuda de ésta, y volver cuando estemos listos. Además, cada nivel tiene una particularidad como, por ejemplo, que sea muy oscuro o que haya poca munición.

Los escenarios son increíbles, visualmente hablando y no sólo por su estilo artístico sino por su diseño. Tienen multitud de opciones, sobre todo para encontrar los diferentes secretos que guardan. Podemos intentar luchar o podemos intentar correr. Lo mismo conseguimos que los enemigos se cansen de perseguirnos, o lo mismo nos encontramos con otro grupo al pasar a la siguiente zona. Las decisiones que podemos tomar son muy puntuales, pero llaman la atención en ciertos momentos puntuales. Por ejemplo, hay un momento en el que unos soldados van a fusilar a unos personajes. Si decidimos intervenir y matar a los soldados, los condenados se unirán a nosotros y nos ayudarán a acabar con los rivales que nos aguardan. Detalles pequeños y muy bien usados.

¿Todo es muy clásico?

The Eternal Castle recrea esas sensaciones clásicas y, más allá de los gráficos, también lo representa en el control. Esto quiere decir que, por ejemplo, a la hora de saltar, tenemos que pulsar el botón medio segundo antes para que salte cuando queremos. Algo parecido pasa con el combate, tanto para dar puñetazos como para usar armas de fuego. Es, de nuevo, un plataformas cinematográfico, y le da prioridad a las animaciones antes que al tiempo de respuesta. Es cierto que el control al principio se hace un poco duro, algo que se hace más notable en algunas situaciones bastantes complejas y puede ser frustrante, pero capta perfectamente la esencia de los títulos que busca homenajear.

Algo parecido pasa con los gráficos. Lo que ha conseguido hacer este equipo formado por tres jóvenes italianos con tan solo cuatro colores y en bajísima definición es una locura, y tenemos que quitarnos el sombrero ante algunos de los escenarios. Obviamente, hay que estar dispuesto a tolerar este arcaico apartado gráfico, que está claro que no será del gusto de todo el mundo. A pesar de ser tan único, hay veces que no es del todo funcional, y puede dejarnos algo vendidos en alguna que otra ocasión, principalmente porque puede llegar a ser difícil distinguir a nuestro personaje. Hay momentos en la que lo hacen a propósito para recrear esa confusión derivada de las luces estroboscópicas, pero en otros momentos nuestro personaje simplemente se pierde entre los entornos casi monocromáticos.

The Eternal Castle es bueno. Es difícil explicarlo lo bien que ejecuta su propuesta y lo atractivo que llega a ser su apartado audiovisual, pero también es comprensible que lo que un primer vistazo de este, no les guste a todos. A lo largo del juego, este título independiente es una sorpresa constante, que ofrece un desarrollo muy variado y dinámico, y con algunos momentos geniales. A veces, vamos a necesitar de paciencia para compensar su control desfasado a propósito y algunos problemas derivados de su arcaica apariencia, pero en general es una aventura muy, muy recomendable.


Reseña hecha con una copia digital de The Eternal Castle [REMASTERED] para PlayStation 4 provista por Hard Copy Game.