Assassin’s Creed: The Ezio Collection (Switch) – Reseña

Ubisoft nunca se ha mostrado ajena en apoyar las consolas de Nintendo, aunque su historial con Assassin’s Creed sigue un orden más bien atípico. Los dos primeros títulos recibieron ‘spin-off’ portátiles en Nintendo DS, mismas versiones para dispositivos móviles. La tercera entrega salió directamente en Wii U, así como la cuarta, Black Flag. Entonces la franquicia se detuvo.

No sería sino hasta la llegada de Nintendo Switch que Liberation y Rogue se unirían al catálogo, gracias a los relanzamientos de las anteriores iteraciones numéricas. Sin embargo, la deuda continuaba por el lado de Ezio, el Maestro Asesino más celebrado de la franquicia histórica. El ‘side-scroller’ Assassin’s Creed II: Discovery no era suficiente.

Hace unos años las otras plataformas recibieron Assassin’s Creed: The Ezio Collection, una colección remasterizada de tres icónicos juegos compuesta por Assassin’s Creed II, Assassin’s Creed: Brotherhood y Assassin’s Creed: Revelations. Así como los cortometrajes de Lineage y Embers, narrando la historia del padre de Ezio y la misión final de este último.

Switch finalmente recibe esta compilación para deleite de los usuarios de Nintendo. El cartucho físico, lamentablemente, solo contiene ACII. Tanto Lineage, Brotherhood, Revelations y Embers deben ser descargados de forma independiente, mientras que los accesorios DLC de regalo requieren enlazar una cuenta Ubisoft Connect.

Ezio Auditore da Firenze, el Assassin del pueblo

Durante los 15 años que lleva la franquicia de Assassin’s Creed, para nadie es un secreto que la historia de Ezio significó un antes y después. Es el maestro de la hermandad más respetado por jugadores reales y asesinos ficticios por igual. The Ezio Collection no deja cabo suelto y permite experimentar/observar la vida de Ezio, desde su juventud andariega hasta sus últimos días como retirado Assassin.

La lucha entre sombras de Asesinos y Templarios, que data desde tiempos inmemoriales, se traslada a la renacentista Italia. Por medio del Animus de la fachada compañía Abstergo, volvemos a tomar el papel de Desmond Miles en el presente. Para así revivir los recuerdos de su antepasado Ezio y dar con la ubicación de reliquias antiguas, que ayudarán a ganar la batalla a alguno de los dos bandos.

En estos inicios de la franquicia, precedida por la cruzada de Altair, Ubisoft ponía mucho énfasis en la historia –que para algunos era demasiado enrevesada–. Esto causó que juegos posteriores dejaran de depender de la amplia mitología de Assassin’s Creed y se dedicaran a entregas contenidas, mundos abiertos inmensos y cientos de coleccionables regados en los mapas.

Recorrer la saga de Ezio es experimentar la serie en su estado natural –para muchos el punto máximo de la misma– a su vez interconectada con los pasos de Altair. Esto con un necesario cruce y desenlace en Revelations. Este es el AC que no pocos extrañan, siendo 2009-2011 la era dorada protagonizada por el florentino Assassin.

La de Ezio es una historia de venganza, transformada en una travesía contra los Templarios y el levantamiento de la hermandad de Asesinos contra los Borgia, como bien lo narra Brotherhood. Es la lucha de un hombre que incluso antes de ser Assassin exhibía habilidades no ordinarias para alguien del común. El mismo linaje de Ezio no es del común, parte de ello lo conocemos en los cortometrajes de Lineage. Por cierto, los tres episodios de Lineage también están disponibles de forma gratuita y oficial en YouTube.

Exploración revolucionaria y combate desencantado

Assassin’s Creed y su secuela fueron juegos con un significativo aporte a cómo se exploran los entornos. Su enfoque en la verticalidad a la hora de escalar edificios y torres, convirtiendo las ciudades prácticamente en gimnasios, aún permean varios juegos actuales en la industria. Es lo que más puede disfrutar el jugador en la trilogía, sumado al periodo histórico a través de locaciones como Florencia, Venecia, Roma, Constantinopla o Masyaf.

La propia exploración evoluciona en la trilogía, puesto que a pesar de los no tan pulidos controles, los escenarios facilitan el desplazamiento con la adición de tirolesas o el gancho de Ezio. En ocasiones dicha exploración puede verse interrumpida por paredes invisibles o falta de colisión, fallos que la serie fue corrigiendo con los años. La posibilidad de utilizar la máquina voladora de Leonardo da Vinci es otro punto alto –literal– en la experiencia.

Lo mismo no puede decirse del combate. Son juegos de su tiempo y estos han avanzado mucho en 15 años, pero el combate no estaba tan desarrollado como su exploración, incluso para el 2009. Un ataque, bloqueo y contrataque es todo lo que Ezio puede hacer además de esquivar y huir. Siempre es posible el sigilo y como Assassin tiene más sentido, pero al momento de pelear no se puede vislumbrar la verdadera fortaleza de Ezio. Tampoco por la inteligencia artificial de sus rivales.

Tecnicismos de Switch

El lanzamiento en Switch de The Ezio Collection viene promocionado con funciones táctiles en los menús y control de movimiento para ciertas secciones. Nada de eso es realmente relevante, por lo menos no más que la portabilidad. El desempeño en general es aceptable y algunos sacrificios gráficos no tan notorios, más en el modo portátil los fps sí pueden ser algo inestables por momentos.

Con la consola conectada al televisor, Assassin’s Creed: The Ezio Collection permanece en 30 fps sin mayores compromisos. Quizás se trate porque estos sean juegos más antiguos (extrañamente relanzados en Switch hasta ahora), pero The Rebel Collection hace un mejor trabajo en el apartado técnico. En formato digital la trilogía y sus extras alcanzan los 30 GB de almacenamiento, que es mucho para Switch. Esto quiere decir que el cartucho solo cubre 7.4 GB de Assassin’s Creed II.

Esta es una práctica cada vez más común en Switch por parte de los estudios, para invertir menos en los cartuchos físicos. Hace perder todo sentido a dichas versiones, más allá de una caja en la repisa para completar las colecciones. Exigiendo a su vez a los jugadores una tarjeta SD adicional de no contar con espacio disponible. Lo único bueno a diferencia de The Rebel Collection, es que los contenidos pueden ser descargados de forma individual y no obligatoriamente conjunta.

Conclusión

Dejando de lado ciertas caídas en modo portable, Assassin’s Creed: The Ezio Collection es una recomendable compilación de la franquicia con tres de sus mejores títulos. Resalta lo que llevó a la serie a ganar renombre en la industria e ilustra a través de Ezio una correcta evolución de personaje, dejando ver por qué es el Maestro Asesino definitivo. La exploración se luce a través de sus ciudades renacentistas y es un ejercicio de nunca aburrir. Sin embargo, el combate se siente desgastado y su poca fluidez tuvo una desaprovechada oportunidad de ser mejorado.


Reseña hecha con una copia digital de Assassin’s Creed: The Ezio Collection (Switch) para Nintendo Switch brindada por Ubisoft.